Mindfulness es una práctica de meditación y paz interior que te ayuda a tomar conciencia y abrirte a tus emociones sin emitir juicios.
Con esta técnica podrás tener una visión de lo que te está pasando en el presente, lo que te permitirá alcanzar una posición más vital. Además, mindfulness puedes desarrollar aspectos como el autocontrol o la resiliencia, uno de los pilares de la fuerza vital.
Los niños tienen la oportunidad de retirarse a “su propio mundo” dadas las muchas influencias a las que están expuestos diariamente.
A continuación, te presentaremos los ejercidos mindfulnesses, fáciles de practicar con los niños en casa:
Escuchar sonidos es una técnica mindfulness
Este ejercicio requiere que uses instrumentos agudos como una campana. Dejarte llevar por el sonido para aumentar tu concentración.
Mirarse a los ojos
Este juego no sólo desarrolla la atención, sino también despierta la empatía y crea conexiones afectivas. Los dos se sientan uno frente al otro y se miran a los ojos sin perder el contacto.
Saltos
Debes saltar y luego haga que los niños se sienten con los ojos cerrados y las manos en el pecho para sentir los latidos del corazón y la respiración. Puede explicarles cómo el ejercicio puede ayudarlos a cambiar su estado de ánimo.
Compañero de respiración
Este ejercicio introduce a los niños en el conocimiento y la conciencia de su respiración. El niño debe acostarse boca arriba con su juguete favorito boca abajo, prestar atención a cómo sube y baja su juguete, al ritmo de su respiración.
Bee breathing
Se les pide que se pellizquen las orejas con los dedos, cierren los ojos e imiten el zumbido de una abeja. Este es un ejercicio fomenta la interiorización.
Meditación con rana ayuda a la práctica del mindfulness
Este ejercicio trata de respirar como una rana, para que sean conscientes de los movimientos de su estómago y no presten atención a otros estímulos. El niño aprende a perseverar, relajarse y mantener la calma.
Sea consciente de lo que come
Debe comer despacio para desarrollar una relación cómoda con la comida. Te recomendamos que utilices alguna fruta por su vistosidad. Empieza a observarla: color, textura y olor.
Después de pelarlo y observar sus diferentes texturas, empieza a comerlo con los ojos cerrados, mordiendo y masticando lentamente para potenciar las sensaciones que genera en el gusto.
Comunicación para aceptar las emociones
Hágale saber que comprende su tristeza o enojo. Ayúdalos a reconocerlos e identificar sus orígenes sin juzgarlos. Los ayudarás a pensar en cómo se sienten.
Relájate antes de dormir
Si ya estás en la cama, puedes hacer un ejercicio de relajación como B. Pídales que cierren los ojos y cambien su atención a diferentes partes del cuerpo.
Fomentar la gratitud es un punto fundamental para el mindfulness
Podemos ayudar a los niños a ser agradecidos y centrar su atención en lo que tienen, no en lo que quieren. Elija un momento para revisar todas las cosas buenas que tienen en el presente para que aprendan a apreciarlas.